Crítiques i entrevistes

Correo Catalán

…..Montserrat Domenech infunde en sus esculturas una gran suavidad de rasgos y una fina sensibilidad en cada una de sus obras. Una dulce expresión en el semblante de su maternidad., de su campesina de su aldeana…. Quien por primera vez observe la obra de Montserrat se encuentra con una auténtica comunicación entre la obra presentada y su autora, por cuanto cada una de sus obras explican algo. Sus esculturas hablan, valga decirlo así, de un limpio amor, de un trabajo honrado, de una maternidad feliz… No hay tormentas internas y si, una gran fuerza vital….

 
Igualada Periodico de Ainoa

[] La escultora Montserrat Doménech, barcelonesa, expone en “Divuit-Dinou” hasta el 30 de este mes. Es interesante, muy interesante, su obra. Especialmente por su forma tan personal de interpretar los volúmenes y las proporciones de la figura humana. Es esta interpretación la que nos detiene delante de sus esculturas. A la vez provoca una especie de examen interior ya que sin saber el por qué la obra de Montserrat Domenech atrae y expresa lo inefable. Al pararse delante de la obra invita instintivamente a la contemplación de unos volúmenes y proporciones que si a primer golpe de vista parece que sean exagerados, pronto nos damos cuenta que adquieren armonía dentro del conjunto. Y que son estos volúmenes y estas proporciones las que dan fuerza a la obra. En las que podemos advertir en unas el reposo meditativo de una figura y en otras un paso rítmico.

 
Jano Crítica Por Angel Marsá

La obra de esta joven escultora catalana, Montserrat Doménech, nos recuerda aManolo Hugué, cuya reciente exposición la ha situado con toda justicia en el primer plano de la actualidad artística barcelonesa. Adviértase, sin embargo, que esa alusión al maestro no comporta influencia alguna directa, mejor simple identidad conceptual que sitúa en un mismo plano de rigor plástico ambas obras, tal vez la de Montserrat Domenech más directa y y emotiva, aunque igualmente vigorosa. Conviene señalar pues la presencia de esta nueva escultora como una auténtica revelación, no tan frecuente para dejarlo pasar en silencio Montserrat Domenéch incorpora las formas en toda su realidad específica, en toda su realidad específica, en toda su intensidad. Formas reales vigorizadas por la expresión, formas macizas, sólidas, pero también tiernamente conjugadas, fuerza, vigor y amorosa complacencia en perfecta ordenación de armonías formales, el gesto en su máxima eficacia expresiva. La escultura, así, regresa a los orígenes, pero mantiene intactas a su vez sus correlaciones mediterráneas y sus involuciones expresionistas, su paso de lo heterogéneo a lo homogéneo, de lo múltiple a lo simple, en definitiva permanece fiel a su propia identidad. Formas innovada, o -mejor- formas recuperadas, más allá de la abstracción y sus limitaciones expresivas.

 
La Voz Por Josep Más & José A.Martín

S.J. ¿Qué te aporta esculpir? M.D. Me aporta riqueza, supone dar mi propia vida en su expresión. Independientemente de que sea reconocida o no. Lo importante es que yo dejé mi vida en mi obra, y esto para mi lo representa todo. S.J. ¿Qué piensas tu misma de tu obra? M.D. Dicen que mi obra lleva una gran fuerza, que es el secreto de la misma y expresa la fuerza de voluntad y la lucha de cada día. S.J. ¿Qué tratas de reflejar realmente en tus figuras? M.D. Mi vida. Lo que estoy viviendo cada día. Te explicaré algo… mi madre estuvo muy enferma. Mientras la estuve yo estaba haciendo una escultura que tenía una cabeza pequeña, raquítica y deformada. No me daba cuenta pero era a consecuencia de lo que estaba viviendo en aquel momento, de mi estado de ánimo. Igual que cuando tienes alegría expresas amplitud, grandeza, Siempre expresas en tu obra lo que vives. S.J. ¿Crees que el arte en general acerca más al artista a la espiritualidad, a la divinidad? M.D. Si, siempre. Cuando tienes un paquete de barro, vas modelando y puedes crear … Esto te eleva, es algo muy hermoso. S.J. Tu actividad artística ¿Te ayuda a descubrir más de ti y de todo cuanto te rodea? M.D. Si, porque cuando te levantas por la mañana, ves la luz del día con todas las demás cosas, ves que puedes realizarte y expresar la vida misma. S.J. ¿Qué acogida tiene tu obra entre los jóvenes? M.D. Entre los Jóvenes tiene más aceptación que entre los mayores, a pesar de ser un “realismo mediterráneo” y no un abstracto. S.J ¿Ves a la juventud tal vez más sensibilizada? M.D. Si, quizás sepan encontrar esa fuerza que yo pongo y que sin embargo no se ver. Los jóvenes se paran, la miran y la disfrutan, en cambio la gente mayor pasa. S.J ¿Cuál es la característica principal en todas sus obras? M.D. Mi obra es tosca. No es fina. Cuando creo haber expresado lo que quería , lo demás me parece que es perder el tiempo afinando, que es como machacarla. M.D Mis obras se parecen mucho a las de Manolo Hugué, me lo han dicho varias personas y además ha salido en alguna crítica. Yo no lo sabía, ni siquiera conocía a ese señor. Me regalaron un libro suyo y cuando abrí una de sus páginas y vi una de sus esculturas, me causo una gran impresión… me pareció que era mía. S.J Estamos en una sociedad en la que se le da mucha importancia a la imagen, cuando hay otros valores detrás que son mucho más importantes , por eso me ha llamado mucho la atención en que en tus figuras le des poco valor a la forma en sí misma. M.D. Sí, es también como hacer los pies y las manos grandes y eso que me controlo y me esfuerzo para hacerlos más pequeños, pero me salen siempre grandes. S.J. ¿Qué explicación le darías tu a este hecho? M.D No sé, podría ser inconscientemente mi falta de movilidad, la importancia que tienen para mí los pies y las manos…, la amplitud de la formas. S.J. ¿Cuál sería tu autodefinición como persona y como artista? M.D Como persona alguien que lucha diariamente, y como artista igual, que lucha como los demás o más y que quiere siempre superarse. S.J Para terminar… ¿cómo definirías tu propia obra? M.D. Yo la hago pero no la defino, eso lo hacéis vosotros. Para mi es difícil, son los demás quienes lo valoran. La obra a mi no me necesita, y yo disfruto haciéndola, lo paso bien aunque en ocasiones también sufro por que el trabajo con el barro es difícil. Si tuviera que definir mi obra, diría que es como mi vida. Esta generación no lo valora, pero ya vendrá quien lo valore, porque eso queda. Y es que el actor o el cantante, recibe el calor del público en vivo y en directo, pero el escultor no vive esto. Cuando haces una exposición y no te viene nadie… es el fracaso más grande. El fracaso no es vender o no, es que no contemplen tu obra, tu esfuerzo, esto que haces encerrado entre cuatro paredes. No es el valor del dinero, es el valor moral. Cuando veo a la gente que mira mi vida, disfruto, porque yo sufro haciendo la obra, porque mis manos expresan. Yo tengo manos que expresan la lucha, manos que expresan el poder, la injusticia, hay unas que están arañando abajo, intentando llegar a otras que están más arriba expresando el poder del dinero, a veces te revelas y piensas “¿por qué esto?”.. No lo vives continuamente, lo expresas en el momento que lo sientes porque estás deprimida y lo superas enseguida. .. El porqué de esta lucha… ¿ por qué unos pueden mucho y otros no pueden?…¡ Y cuanta gente ves que no lucha ¡ Todo requiere constante lucha y no te puedes estancar. S.J Para terminar… ¿cómo definirías tu propia obra? M.D. Yo la hago pero no la defino, eso lo hacéis vosotros. Para mi es difícil, son los demás quienes lo valoran. S.J. ¿Cuál sería tu autodefinición como persona y como artista? S.J. ¿Qué explicación le darías tu a este hecho? S.J. Tal vez deberíamos ver más allá, de las formas en sí y captar su verdadero significado. S.J. Tu actividad artística ¿Te ayuda a descubrir más de ti y de todo cuanto te rodea?